César Anguiano

La ruleta rusa de César Anguiano

Finalmente, les traemos una reseña/nota sobre esta obra leída y estudiada, a cargo de Ricardo Sigala en su sitio web «Diario El Volcán». Encontrarás el texto a continuación para tu mayor comodidad y el link del sitio original al final de la publicación.

¡Que lo disfrutes!

Secretaría de Cultura Colima

Recientemente se presentó en la ciudad de Colima Ruleta rusa de César Anguiano, el libro ganador del Concurso Estatal de Cuento Colima 2105, convocado por la Secretaría de Cultura de ese estado. El autor, que hace tiempo vive en Ciudad Guzmán, he declarado que los textos que integran su libro fueron concebidos y creados en Zapotlán, en donde ha dado con el espíritu del género breve. El concurso fue dictaminado por un jurado compuesto por escritores de reconocida trayectoria como Amando Vega Gil y Felipe Lomelí, lo que le dio aún más prestigio.

Entramos a Ruleta Rusa de César Anguiano como a aquel relato homónimo del escritor rumano Mircea Cartarescu, con esa sensación de que estamos asistiendo al momento más importante de la vida de su protagonista, siempre en la inminencia del instante final, siempre con una postergación de muerte ante nuestros ojos, y entonces escuchamos el click del gatillo y su eco se repite en nuestra mente, y pareciera que el estruendo salpicado de una masa sanguinolenta nos alcanza, pero en realidad eso está siempre por suceder, latente, inevitable. Los cuentos de Ruleta rusa de César Anguiano siempre parten de ese momento fundamental, un momento que no es nunca una revelación feliz ni una realización, están marcados por el error, la falta, la circunstancia desfavorable, la fermentación del rencor, una venganza que se confunde con sed de justicia. En estas páginas asistimos a un mundo que se cae a pedazos, y algunos de esos pedazos son las historias que el escritor recupera y recrea en su tórrida prosa, son esas partes del mundo que bastan para hacernos una idea clara del universo literario de este por demás interesante escritor.
            Los cuentos de Anguiano nos reciben con un ritmo narrativo constante, que nunca tiene prisa en revelarnos los detalles y desenlaces, son poseedores de una pauta que combina la velocidad narrativa y la tensión dramática. Estos relatos nada tienen que ver con la líquida y precipitada realidad virtual en que nos movemos todos los días. Luchan claramente contra esa caducidad. Porque para Anguiano no basta con contar una historia por más interesante que ésta sea, la literatura no es una golosina cultural para ser consumida recostados en un sillón un domingo por la tarde. Por el contrario, nuestro autor cuando cuenta sus historias se propone indagar en sus implicaciones más profundas, sociales, políticas, morales, éticas, en pocas palabras en su dimensión más humana.

No es extraño pues que sus personajes posean una redondez especial, alejados de estereotipos y simplismos. Los lectores no sólo somos testigos de sus estigmas e infortunios, sino que vivimos con ellos. No se trata de personajes acartonados de los que sólo sabemos lo que les pasó en la historia del cuento, sino que se asimilan a las personas. Tienen una biografía, los ha marcado algún suceso de la infancia, hay una experiencia que no les permite ser el mismo de antes. Su espacio es la paradoja de la existencia. Se trata de los personajes de a pie, los de todos los días, que tienen nuestros miedos, nuestras carencias, que han traicionado y recibido traiciones como nosotros. Y quizás por eso resultan tan empáticos

En lo referente al estilo, hay que destacar la trasparencia y la naturalidad de su prosa. No encontraremos en ella malabarismos verbales ni desatinos de poeta exiliado en la narrativa. Y no es que Anguiano no conozca el lenguaje de la poesía, sino que sabe cuál es la poesía que le corresponde a la narrativa. Su tradición es muy clara, pertenece a la rama realista del texto breve, él se declara continuador de la línea mexicana de José Revueltas y de Eduardo Antonio Parra; en tanto que por la corriente norteamericana abraza las enseñanzas de Joyce Carol Oates.
Cuatro cuentos conforman el corpus de Ruleta rusa. En el primero, un niño sube al árbol muy alto huyendo de un acto terrible, que simplemente ha sucedido, que le atribuirán a él, que difícilmente acaba por comprender, pero sabe aterrador. El segundo se titula “La oscuridad”, que evidentemente se refiere a la falta de luz, de comprensión ante la pérdida de la libertad, esa pérdida en apariencia inmotivada: el secuestro, cuya lógica y motor perece ser única y exclusivamente causar terror y incertidumbre, esa otra forma de la tortura. El tercer cuento tiene como protagonista a María, en él, Anguiano parte de la inminencia de un aborto, una historia inquietante que nos muestra lo sola que puede llegar a estar una mujer en el mundo, y cómo éste se convierte en una suma de obstáculos y agresiones. Finalmente, el cuento que da título al libro es una fermentación del odio, de la indignación ante el terror como sistema, ante la corrupción, la impunidad y la violencia. El cuento es también un símbolo, el hombre común que está a punto de disparar contra aparato represor.
He seguido el trabajo de César Anguiano los últimos dos años y he constatado que él no escribe para lucirse en una presentación en sociedad, ni para recibir un mote de artista, he visto de cerca su proceso de creación y constato que para él la escritura es una forma de estar en el mundo. Anguiano escribe como una ética de la existencia. La escritura no se justifica si no atiende los problemas que nos agobian en la vida cotidiana, especialmente aquellos que derivan del ejercicio del poder, de la injusticia. Pero no hay que pensar que se trata de literatura comprometida a la manera de la izquierda rampla de los años sesenta y setenta. La obra de Anguiano tiene un compromiso estético tan fuerte como su compromiso social. Sé de las horas diarias de trabajo de escritura, de planeación de sus textos, de lectura y relectura, de rescritura, tiene además el oído atento y agradecido frente a las recomendaciones y sugerencias.
Anguiano ha dedicado muchos años a construir un estilo y una identidad literaria que a estas alturas ostenta resultados claros y presumibles, no es casual que con esta breve colección de cuentos haya obtenido el Premio Estatal de Cuento Colima, 2015. He escuchado y leído con satisfacción la alta opinión que de esta obra tienen algunos escritores y serios lectores, pienso en Felipe Lomelí, sólo por mencionar a una voz autorizada. César Anguiano ha entrado pues en la faceta en la que es una prioridad encontrar a sus lectores, no porque el autor los necesite como un estímulo, sino porque todo lector atento, sensible y con una mediana formación lectora agradecerá la ocasión de ese encuentro.

Texto extraído del blog «Diario El Volcán». Sitio web: http://diarioelvolcan.blogspot.com/2017/03/la-ruleta-rusa-de-cesar-anguiano.html

César Anguiano

El árbol más alto del mundo

En esta ocasión les compartiremos un fragmento del texto «El árbol más alto del mundo», el cual forma parte de Ruleta Rusa, de César Anguiano.

No quiere sino alejarse, desaparecer, pero cuando se da cuenta ya está en la rama más alta del naranjo, oculto entre el follaje. Hubiera querido escalar más; que aquel viejo árbol cubierto de azares hubiera sido más alto que una higuera, el árbol más alto del mundo para que nunca nadie pudiera encontrarlo.

Atisba por entre las hojas y flores blancas un pedazo de cielo. Hay un par de golondrinas que revolotean ahí cerca y luego una parvada de zopilotes en lo más alto del aire azul. Quisiera tener alar, alejarse volando más allá del volcán, más allá de los cerros por donde sale y se pone el sol. Quisiera estar lejos del pueblo, de su madre y su llanto tristísimo; quisiera estar lejor de todo en realidad, pero ha sido un bobo, un tonto que ni siquiera ha escogido el árbol más grande del corral, el más alejado de la casa.

La gente del vecindario, enterada de algún modo de lo que ha ocurrido, comienza a llegar; mujeres que han dejado el fogón encendido, la ropa a medio lavar; hombres que por alguna razón no habían salido aún a trabajar; niños que han faltado a la escuela, como él.

Si hubiera cruzado a calle y se hubiera internado en el huerto de la tía Ester, ahora estaría más seguro, a salvo de la curiosidad inagotable de la gente. Si hubiera tenido un poco de calma y lo hubiera pensado mejor, ahora estaría en el rincón más alejado y sombrío de aquel pequeño bosuqe, trepado en la gran parota que cubría el pozo abandonado. Ahí habría permanecido tranquilo al menos por un par de semanas. Pero se había equivocado. Se había metido en una prisión. Pronto empezarían a buscarlo y él no tendría a dónde ir.

“¿Y si estoy soñando? ¿Y si abro los ojos para despertar?”, se pregunta e intena abrirlos a pesar de que ya los tiene abiertos. Pero esta vez no viene la vigilia a salvarlo, ni los gritos de su nana para que se levante y se marche a la escuela.

Si no hubiera sido tan flojo. Si hubiera ido a la escuela, no habría ocurrido nada. Ahora estaría en las clases mirando a Elisa, sentada en la primera fila de la derecha. Jamás volverá a verla. Jamás ella volverá a permitirle que le ayude a rellenar sus muñecos de trapo, ni le acariciará el pelo como al descuido, simulando que en realidad quiere mostrarle algo detrás de él. Elisa se hará novia de Rubpen y a él no le quedará más remedio que quedarse a vivir para siempre en el naranjo.

Imagen relacionada
Fotografía por Michael Nichols

Fragmento extraído de Ruleta rusa (2016).

Fuente: Anguiano, C. (2016). «El árbol más alto del mundo» en Ruleta rusa Colima: Secretaría de Cultura Colima.

César Anguiano

Ruleta rusa

La siguiente obra que vamos a leer es Ruleta rusa, del escritor colimense César Anguiano. A continuación se presenta un breve resumen de la obra en cuestión.

En Ruleta rusa, César Anguiano ofrece historias que atrapan por su solidez argumental y narrativa eficiente; textos limpios y profundos que demuestran la calidad creciente del joven y destacado escritor perteneciente a la generación que está colocando a Colima en el panorama nacional.

Secretaría de Cultura Colima

Resumen extraído de Ruleta rusa (2016).

Fuente: Anguiano, C. (2016). Ruleta rusa Colima: Secretaría de Cultura Colima.

César Anguiano

César Anguiano

Nacimiento1966
Alcaraces, Cuauhtémoc, Colima.
EducaciónITEC, Universidad de Colima
OcupaciónEditor y escritor
Categoría /Período Década de los 50 y 60

A continuación, una brevísima biografía del autor César Anguiano Silva.

Nacido en Alcaraces, Colima en 1966. Estudia la carrera de Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico de Colima y luego una maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Colima. Editor de la revista literaria Replicar entre los años 2010-2011.

Obras:

Los poemas de Safo (2004)

La sangre y las cenizas (2013)

A la deriva (2004)

Ruleta rusa (2016):

Premios: Accécit Certamen de Poesía Jaime Gil de Biedma 2013. Concurso de cuento Diario de Colima en 2013. Concurso de cuento la Jirafa 2014.

Fuente: Wikipedia. Sitio web: https://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:C%C3%89SAR_ANGUIANO_SILVA/Taller